Ayer, mientras charlaba con una amiga, ella me comentaba su dificultad en mantener la disciplina para meditar todos los días aunque fuese por pocos minutos. Después de unos cuantos comentarios empezamos a ver la historia como una obra de teatro en la que un ego amenazado, ya sudado y temeroso decía:
– Después de todo el curro que he tenido a lo largo de tus casi cuarenta años para que crecieses de una manera concreta, sin desviarte del camino, NI se te ocurra ponerte ahora a sentarte y a respirar. Después de todos los esfuerzos para que te identificases con los hombres y mujeres invencibles, héroes y grandes personalidades, con ser cool, con nunca dar el brazo a torcer para que no fueses un debilucho, NI se te ocurra ponerte a practicar a poner la mente en blanco. – y seguiría – tu eres eso, ni más ni menos, de eso te tienes que convencer y eso es lo que tienes que defender a toda costa, y si alguien te dice lo contrario, desconfía porque seguro que es uno que va de listo…desconfía por el amor de mi, porque de lo contrario, si dejas de creer en eso estarás perdido, solo, y yo no podré hacer nada por ti…
Decíamos que esto podría ser un guión de 50 obras de teatro y otras tantas películas. El villano.
Claro que de las muchas respuestas, parece que una es clara.
– Querido ego mío. Tu no te vas a ir porque vamos a estar juntos toda nuestra vida. Yo es verdad que he buscado formas de acabar contigo pero ya veo que no. Veo que más que un villano te pareces a un niño rebelde y caprichoso que quieres que haga todo lo que tu quieres hacer. Pero, como creo que no te das cuenta, te digo que yo tengo una vida. SI tengo una vida y a veces más bien te tengo que dejar en espera. Y otras puedo atenderte y hacer que duermas descansado después de toda tu lucha por que las cosas sean controladas y a tu gusto. Solo a tu gusto. Y es que yo SI tengo un gusto…yo se que lo tengo y lo que más te puedo decir es que a veces no se como es o deja de ser pero me da ganas de probar a ver cual es mi verdadero gusto. Ya se que a ti no te van estos rollos. Pero te quiero decir que a mi SI me viene bien hacerlo. Y si quieres puedes probar conmigo.
La eterna crónica de un ego invencible pero domesticable. Seguirá…
Tal cual!
Batalla delirante metairónica!
Me gustaMe gusta