
Traducción de «Freedom from Fear» de Mark McDonald M.D.
- No puedo enfatizar lo suficiente la importancia de ofrecer tu presencia total a los demás – sean extraños, familia o amigos. Al final del 2021 visité un hombre que se trasladó de California a Texas, en parte para dar a su mujer y sus dos hijos un ambiente más saludable. Su mujer hace
enseñanza en casa a sus dos hijos. Me quedé impresionado por el nivel de interacción social en casa entre los niños y los adultos, incluyendo otros invitados que estaban ahí. Los niños eran educados y amigables,. También expresaban sus necesidades sin hesitación, establecían contacto visual y hacían preguntas a los invitados adultos, mostrando que estaban realmente prestando atención además de que claramente no tenían miedo.
Pregunté al padre que me explicase como sus hijos se habían desarrollado tan bien, él dijo: “Hice un gran esfuerzo personalmente para ser un buen modelo para ellos.” Me dijo como se
había pillado una vez desinteresado por su hijo cuando el chico le vino con una pregunta sobre sus deberes escolares: “Ni siquiera lo miré cuando le dije que estaba ocupado. Afortunadamente me pillé en el momento, me giré hacia él y le dije: — Estoy ocupado trabajando en una cosa ahora mismo. En media hora terminaré y te avisaré para que podamos trabajar juntos sobre lo que me preguntas. Estoy convencido de que darle mi atención plena por treinta segundos es mucho más valioso para él que sentarme con él durante treinta minutos distraído por los mensajes que me llegan por el teléfono.” Este padre, un hombre valiente, enseñó a sus hijos la importancia de estar completamente presente para los demás.
- Ir por la vida en un estado de semi-desconexión de las otras personas no es algo nuevo. Los smartphones, TDH, la ausencia de límites y las video-conferencias, todas han llevado a una
erosión de la atención. Prestar atención es una habilidad que tiende a deteriorarse cuando no es usada. Incluso antes de 2020 me había dado cuenta de una disminución constante de la habilidad de mis pacientes para estar presentes en la sala conmigo. - Recientemente, el problema ha empeorado considerablemente. Desde 2020, la combinación de miedo y una revolución en las normas sociales forzadas legalmente, han hecho que sea casi imposible, en cualquier circunstancia, que las personas den su atención de forma plena a otros.
Esta ha sido una de las mayores consecuencias de la respuesta del gobierno a la pandemia. La
falta de reconocimiento de la existencia de otros seres humanos a nuestro alrededor casi ha destruido el tejido social. - Comportamientos anti-sociales y otras prácticas se han convertido en algo obligatorio por tanto tiempo que incluso cuando ha terminado la obligatoriedad el comportamiento continua. Muchas personas ahora se muestran ansiosas cuando están cerca de otros. Evitan el contacto visual.
Solo hablan con extraños cuando es necesario. Muchas personas han seguido usando la mascarilla dentro y fuera de casa y se han olvidado de como usar sus caras cuando están en
contacto con otras personas. El acto simple de sonreír ha desaparecido del día a día. La ausencia de atención en cada esfera social ha tenido un efecto corrosivo en la sociedad. Ha empeorado la preexistente ansiedad y depresión en mis pacientes. Ha llevado a discordias dentro del matrimonio y, en determinadas personas, soledad y sentimiento de rechazo. Esta es la consecuencia para la persona o el grupo de vivir una vida de miedo por más de dos años. Hemos permitido que nuestras normas sociales sean dictadas por los que más miedo tienen en
vez de por los más valientes. Por inclinarnos hacia el miedo estamos dejando que gane poder como instrumento de control social. - Los adictos al miedo creen que están prestando atención, pero en realidad no lo hacen. Atender a alguien con tu presencia y vivir en un estado de miedo son dos posturas mutuamente
excluyentes. La primera invita a la otra persona a acercarse. La segunda hace que se desconecte. Todos los comportamientos guiados por el miedo interrumpen la atención y
bloquean el acceso a estar plenamente presente. “Estar seguro” se ha convertido en una racionalización guiada por el miedo en el intercambio saludable de los seres humanos. Pocos se atreven a desafiar esta patología. Reverenciar el miedo es la nueva norma social. - Todas las personas – niños, amantes, personas en duelo, matrimonios, amigos, familiares – necesitan la atención de otros seres humanos. Esto incluye a extraños en un ascensor,
compradores de una tienda y pacientes en hospitales. Cuando se retira esta atención uno de los principales hilos que teje la reciprocidad social es cortado. - Las economías se construyen alrededor del intercambio libre de bienes y servicios. También existe una economía social y está basada en relaciones. Esas relaciones no se construyen
primariamente a través de regalos y favores sino por el tiempo compartido – tiempo de cualidad.
Por tiempo de cualidad quiero decir tiempo que personas pasan ofreciendo su presencia verdadera. Si tienes miedo, te cerrarás y te será imposible acceder a esa presencia. Y así no
solamente privarás a otros de una conexión real contigo sino que te incapacitarás a ti mismo. El miedo refuerza el aislamiento, llevando a la depresión, resentimiento y la pérdida de perspectiva. Es anti-humano. Y lo opuesto de receptividad, presencia y atención. - Ofrecer tu presencia de forma consistente es una práctica que requiere esfuerzo consciente y
tiempo. Requiere repetición. Es una práctica que directamente desafía el miedo. Los pasos concretos requeridos como quitar la mascarilla, eliminar la distancia social, solo son acciones
preparatorias. Una vez esas barreras se quiten debes generar un estado mental que mantén a raya la ansiedad y el miedo – reconociendo esas emociones pero sin darles poder – y haz que
sea una prioridad consciente ejercitar la curiosidad, la auto-atención y la atención plena en la persona que está delante de ti el tiempo que estéis juntos. Este es un proceso vivo que honra la conexión entre ti y todas las personas a tu alrededor, así como a tu ambiente. - El miedo crece con la separación. Se alimenta del desconocimiento y rellena el vacío generado por la desconexión. Ofreciendo tu presencia, desterras el miedo creando puentes entre ti y la
otra persona. Además, ofreces un regalo valioso, que es la experiencia de ser verdaderamente recibido. - Esto no ocurre sin riesgo. A medida que tu conocimiento de la otra persona aumenta, puede que te des cuenta de que esa persona no te gusta. Incluso lo puedes rechazar en un determinado momento. Sin embargo, lo que sentirás menos es miedo. El miedo se quedará
desarmado a través de la práctica repetida de mantener la atención. Prestar atención es un poderoso antídoto para el miedo y la adicción al miedo.
Si quieres conocer más sobre Mark McDonald aquí tienes sus enlaces.
http://www.dissidentmd.com (libros, redes sociales)
http://www.informeddissentmedia.com (podcast)
Mark McDonald, M.D.Adult, Child, and Adolescent Psychiatry11500 W Olympic Blvd Suite 426Los Angeles, CA
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