Desde la Gestalt el término «actualización» es utilizado para referirse al acto de renovar las ideas, acciones e incluso formas de sentir. Tal como en los ordenadores, también nuestros sistemas de procesamiento se vuelven obsoletos a lo largo de la vida. Y es fácil de observar esto cuando se sigue, por ejemplo, pidiendo a los 30 años lo que pedíamos a los 2 años. Cuando no existe la actualización se perpetúa la necesidad no cubierta, y lo que no nos dieron nuestros primeros cuidadores lo seguimos pidiendo e incluso exigiendo en nuestras actuales relaciones, a nuestros amigos o parejas. Se crean así los adolescentes de 40 años o los niños o niñas eternos/as.

Fritz Perls
En esto, más que hacer una crítica, creo que es importante ver que detrás de esa forma de hacer desactualizada, reside un ser dolorido, carente y que, por las diferentes situaciones de la vida, no pudo madurar. Sobre esto, Fritz Perls, uno de los máximos referentes y creador de la Terapia Gestalt, decía que madurar era el acto en el que uno pasa del apoyo externo al auto-apoyo. Es decir, uno pasa de estar necesitado y dependiente del exterior para cubrir sus necesidades, a ser consciente de su verdadera necesidad y a poder satisfacerla por si mismo. Para él, la neurosis sería un síntoma de una maduración incompleta. Y cuando no existe maduración en las diferentes etapas de la vida sin duda uno sigue arrastrando situaciones, normalmente con gran carga emocional, no resueltas, o por lo menos que en la actualidad carecen de una resolución sana.
Ante esto creo que queda claro, como decía antes, que detrás del pedido continuo existe un ser, un niño o una niña que no recibió lo que necesitaba, fue ignorado o desatendido, causando esto en él o ella una marca, una herida. Inevitablemente todos pasamos por esto, pero, con el paso de los años, en edad adolescente y adulta, entra en juego un aspecto que es el que realmente nos puede sacar del atolladero. La responsabilidad. Perls decía que los hombres debían tomar la responsabilidad de su existencia por su propia cuenta. En el momento en que no lo hacemos entregamos nuestra vida a los demás, a nuestro pasado, a nuestro futuro. Al hacernos responsables de nuestra forma de actuar, pensar y sentir podemos recuperar el poder de tener mano en nuestra vida, de cuidarnos donde no fuimos cuidados, de arroparnos, de alimentarnos ante la sequía existencial que supuso la falta del cuidado que necesitamos. Y no estoy culpando a nadie de esto. No existen culpables. Los que no respondieron al pedido del niño posiblemente no supieron como hacerlo, tal vez incluso no les fue dado, cuando niños, eso mismo que ahora les es pedido. Y se trata de cosas tan enormes como haber recibido un abrazo sincero para el alivio o la protección. Una mirada o un gesto de amor, comprensión y respeto cuando la ansiedad, el miedo o la rabia se apoderaban de uno. No hay culpables. Hay gente que se hace responsable de su vida y los que piden y piden ignorantes de lo que están realmente pidiendo.
Hacerse responsable de la vida para actualizar lo que necesita ser actualizado, implica un compromiso claro con uno mismo, casi como una batalla en la que de antemano sabemos que habrá sufrimiento y también una victoria segura. Perls sobre esto, en su forma tan clara de expresarse que rozaba el rechazo decía sobre esto que «el ser humano vivía para lo que era correcto, sin importarle si realmente quería… el ser humano se ha tornado fóbico al dolor y el sufrimiento, evitando lo que no es divertido y agradable, escapando de la frustración. El resultado de este proceder es la falta de crecimiento. Enfrentar la frustración y el dolor lleva a un sufrimiento realista, acompañado de un crecimiento.«
¿Qué pasaría si realmente supiéramos que tenemos esta oportunidad? ¿La cogeríamos? ¿Qué pasaría si de forma tajante nos diésemos la mano a nosotros mismos para sacarnos del ciclo sin salida de sufrimiento y así no repetirlo más? ¿Qué pasaría si nos mirásemos a los ojos para vernos de verdad y llamar cada cosa por su nombre?
Nuestra actualización está a un click de nuestras manos.
Este es el acompañamiento que realizo en el espacio terapéutico como tantos otros terapeutas, el mismo que recibo de los maestros que me acompañaron y acompañan. Un acompañamiento sin juicio que permite ver el dolor detrás de la resistencia o de la ansiedad que no son más que gritos de ayuda. Un acompañamiento para dar la mano y, por respeto, ser todo lo honesto que puedo con quien tengo delante. Y cómo decía también Perls en la oración de hacer Gestalt «…si en algún momento o en algún punto nos encontramos, será maravilloso. Si no, no puede remediarse…»
Oración Gestalt completa:
“Yo soy Yo Tú eres Tú
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Será maravilloso
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a Mí mismo
Cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a Ti
Cuando intento que seas como yo quiero
En vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.”
Me encanto el post, estoy de acuerdo con lo que dice y con la oración… Debemos aceptar y aceptarnos como somos y intentar cambiar al otro. Un saludo
Me gustaMe gusta