Traducción de «Freedom from Fear» de Mark McDonald M.D.
– Una de las mayores consecuencias de una adicción es el desarrollo normal. Mientras eres adicto permaneces en un estado de desarrollo que está paralizado. Esto significa que no puedes crecer, madurar o profundizar tus relaciones con otros. En muchos casos incluso uno retrocede hacia estados de tribalismo primario que se organiza alrededor de la adicción. El miedo se convierte en tu jefe, a quien juras lealtad. Esto es universal y verdadero para cualquier adicción. No puedes ni crecer hacia la edad adulta ni vivir como un adulto mientras estás en un estado de adicción.
– Hoy en día uno se convierte en adulto cuando lo elige. Tengo pacientes en sus sesentas que todavía tienen que tomar esa decisión. Ellos continua a vivir como niños, entregando a otros las decisiones que les tocaría tomar a ellos, o dependientes del estado para que page sus gastos. Culpabilizan a todo el mundo menos a ellos por sus problemas o por la falta de plenitud, mientras persiguen gratificación de sus necesidades emocionales, garantizando así una falta de logro y significado en sus vidas.
– Por otra parte veo a adolescentes que recién salidos del instituto que muestran una gran determinación para asumir las responsabilidades de adultos, de forma que incluso me siento tentado a aconsejarlos que vayan más despacio y que se den un poco más de tiempo para apreciar lo que debería ser un periodo corto, cuando ser cuidado de una manera completa es un estado sano del desarrollo personal. Me gustaría ver más este tipo de pacientes.
– ¿Por qué plantearse que salgas de la casa de tus padres, donde cada necesidad es atendida, para asumir el rol de un empleado común en una empresa sin alma, la mayoría del salario confiscado en impuestos o desapareciendo al final del mes con el alquiles de casa, mientras ves que no hay esperanza de que alcances un estatus económico igual a tu madre o padre, o incluso de comprar una casa para ti mismo? Los maridos y los padres son presentados como tontos en la televisión. Los soldados son denunciados por los media como colonialistas. Cualquiera que vaya a la iglesia o lee la Biblia es considerado por los urbanitas de ser un negacionista de la ciencia, sin educación y que realmente no debería siquiera tener derecho a votar.
– Transfiriendo la responsabilidad de cuidarte a ti mismo, a tu pareja (si tienes una), tus hijos y tus amigos a otras personas o entidad, te privas de la oportunidad de vivir como un adulto. Permaneces en la niñez, concordando seguir las normas a cabo de la promesa de ser cuidado. Un proceso similar, igual de enfermizo, ocurre cuando decides vivir en un estado crónico de miedo.
– La maldición instintiva de querer ser cuidado por encima de cualquier otra cosa es una plaga para nuestra sociedad. Y debe ser superada por cualquier individuo que desee abrazar la edad adulta. Ser responsable de ti mismo y de otros requiere negar la gratificación inmediata, no actuando o sobreactuando la emoción y tolerando la incomodidad temporal. Y esto requiere realizar una elección.
– Mandando que tus padres o hijos lleven mascarilla, se pongan inyecciones o realicen test invasivos cuando no muestran síntomas o enfermedad no es un acto de amor o de cuidado responsable. Es una expresión de miedo y un deseo de controlar. Es un síntoma de adicción al miedo. Es algo que debe ser derrotado, no imitado. También puede ser un expresión de inhabilidad para manejar el enfado. Para una persona con miedo, presenciar a otras personas que viven libremente y sin miedo puede provocar resentimiento y rabia. Tanto si considera o no que los demás lo están poniendo en peligro y actuando egoístamente, simplemente ser testigo de alguien que piensa por si mismo se convierte en una herida narcisista para el adicto al miedo.
– Es hora de crecer. Hacerse adultos. Coloca las necesidades de tus hijos en primer lugar. Trabaja en tus necesidades emocionales en tu debido tiempo.
– Oscar Wilde – “El egoísmo no es vivir como uno desea vivir. Es requerir que los demás vivan como uno desea que vivan. Su opuesto es dejar a los demás en paz, sin interferir en sus vidas.” En el momento en que uno entiende esto uno da un paso importante hacia la edad adulta.
– Elegir vivir como un adulto implica también cortar los lazos de dependencia con el miedo para garantizar la seguridad. Confiar en el miedo para sentir seguridad te aparta de la posibilidad de cuidar de ti mismo y de ocupar el lugar de cuidador de los demás. Impide la toma de riesgos, te desconecta y corta tus lazos con el mundo.
– Elegir ser un adulto también significa elegir solucionar tus propios problemas.
– Debes abrazar la incomodidad de forma a abrazar la edad adulta. No existe tal cosa como “distancia social”. Evitar las personas es antisocial incluso si te hace sentir más seguro. Elimina las distancias. Permanece cerca de las personas. Abraza aquellos que conoces así como los extraños. Cuando saludas alguien ofrece tu mano, muestra tu cara, no un trapo en la cara. Haz todas estas cosas porque eso es lo que los demás necesitan aun que eso te haga sentir incómodo. Con el tiempo estos actos se volverán actos naturales en ti, desarrollando la costumbre de actuar en la capacidad de adulto que coloca las necesidades de los demás primero en vez de sentir tu adicción al miedo a través de comportamientos evitativos inmaduros e infantiles.
– Si eres un padre y deseas abrazar totalmente el rol de adulto desconecta la televisión y siéntate con tus hijos. Juega con ellos un juego o lee les un libro. No busques ser su amigo. Si tus hijos son mayores no los invites a fumar contigo. Establece una disciplina. Tu rol es cuidarlos no que ellos cuiden tu miedo.
– Si eres abuelo y has desarrollado adicción al miedo o pides que tus hijos o nietos obedezcan a tus miedos, es momento de que ocupes la responsabilidad del rol de anciano de la familia. Eres mayor. Tal vez mueras pronto. La muerte nos llega a todos y vivir en el miedo no te protege de esta realidad. No les quites a tus hijos o nietos el regalo de tu compañía porque tienes miedo. Presumiblemente has abrazado la edad adulta antes. Puedes volver a hacerlo. Pedir que los demás sacrifiquen su libertad, salud y oportunidades para vivir un a vida plena de manera a que tu los mayores estén “protegidos” es algo perverso y vergonzoso. ¿Quieres que tu legado sea uno de cobardía viviendo sus últimos años de vida adicto al miedo, demandando que su propia familia confabule con creencias inmaduras y supersticiosas basadas en fantasías de inmortalidad?
– Serás juzgado en mayor parte por lo que hiciste y aprendiste al final de tu vida que por lo que hiciste al principio de la misma. Esta es tu oportunidad de probar que has elegido vivir como un adulto maduro o simplemente te has convertido en alguien de más edad.
– Igualmente, si tienes tus padres vivos, no pretendas que estás actuando de forma responsable cuando los evitas en nombre de “es por tu seguridad”. Racionalizar un comportamiento tan cruel e insensible mientras respondes a tu adicción al miedo es un auto-engaño y no tiene excusa.
– Vivir como adulto no significa solamente vivir plenamente si no también apoyar a los demás en su deseo de vivir plenamente.
– Todo el mundo puede venir con una cantidad enorme de disculpas, no importa su edad, para evitar o posponer ocupar el lugar de adulto. El miedo se ha convertido recientemente la excusa más común por que es la que es más aceptada socialmente. A pesar de lo que nos han dicho, el miedo no es una virtud y el miedo no es una justificación para paralizar nuestro crecimiento.
– La adicción al miedo se desarrolla con la inmadurez, irresponsabilidad, narcisismo y la negación de la realidad. Ser adulto implica rechazar todo esto y abrir un camino para el desarrollo y crecimiento personal ilimitado además de la búsqueda para alcanzar nuestro verdadero potencial.
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Mark McDonald, M.D.Adult, Child, and Adolescent Psychiatry11500 W Olympic Blvd Suite 426Los Angeles, CA
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