Un poema lo dice todo, un autor comparte tanto, una idea o sensación toca de verdad, en la piel del alma, que es la de uno y la de siempre. Una vida da para tanto. Hoy comparto un poema que me tocó con tal sutileza para resumir mis pensamientos, teorías e ideas, sentidos y esfuerzos, para resumir mi fe y mis dudas…para qué transformarlo en algo más. A lo mejor queda mucho que decir, o cada uno tiene algo que quitar o acrecentar, pero ese es el resultado mismo de la transformación que se inicia en uno a través de las palabras de otro. Que no sea en vano. Que nada sea en vano.
de Poemas de Alberto Caeiro
Tengo la mirada nítida como la de un girasol. Tengo la costumbre de andar por las carreteras Mirando a la derecha y a la izquierda, Y de cuando en cuando mirando para atrás… Y lo que veo a cada momento Es aquello que nunca antes yo había visto, Y se darme cuenta de eso muy bien… Se tener el asombro esencial Que tiene un niño si, al nacer, Observase que había de hecho nacido… Me siento nacido a cada momento Para la eterna novedad del mundo…
Creo en el mundo como en una margarita, Porque lo veo. Pero no pienso en él Porque pensar es no comprender… El mundo no se hizo para que pensemos en él (Pensar es estar enfermo de los ojos) Pero para mirarlo y estar de acuerdo…
Yo no tengo filosofía: tengo sentidos… Si hablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que ella es, Pero porque la amo, y la amo por eso, Porque quien ama nunca sabe lo que ama Ni sabe porque ama, ni lo que es amar…
Amar es la eterna inocencia, Y la única inocencia es no pensar…
Alberto Caeiro fue un personaje de ficción creado por Fernando Pessoa, siendo considerado el Maestro Ingenuo de los demás heterónimos (Álvaro de Campos y Ricardo Reis) e de su propio autor, a pesar de que apenas hizo la instrucción primaria. (fuente: Wikipedia – Alberto Caeiro)